Cuando
los animales no son amigos del hombre
Rosario
Vega Descargar
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Desde
el descubrimiento del virus HIV relacionado con el SIDA, uno de los
problemas no resueltos ha sido el definir como es que se
originó este nuevo tipo de virus. Varias
hipótesis se han propuesto que van desde la posibilidad de
que el virus haya sido generado de forma ya sea accidental o
planificada en un laboratorio de investigación, hasta el
hecho de que se haya producido por mutación de un virus del
tipo del herpes o por contagio inter-especies. Esta última
parece ser ahora la hipótesis dominante; esto es, que el
virus HIV del SIDA tendría su origen en una forma particular
de enfermedad viral de inmunodeficiencia S4CTPZ de los
chimpancés de la especie pan troglodites troglodites, y que
habría "saltado" a la especie humana por contagio sexual.
Existen tres principales grupos del virus de tipo HIV-1, el primero,
grupo "M" comprende la mayoría de sus tipos que se han
distribuido por el mundo y que producen la enfermedad; el segundo grupo
"O", se encuentra fundamentalmente en Camerún y la
línea Ecuatorial, y un grupo recientemente identificado, el
grupo "N", se ha encontrado en muy contados casos en el
Camerún. La idea de un grupo de investigadores que han
publicado en la revista Nature1 es que los tres subtipos de virus del
SIDA, "M", "N" y "O" se produjeron a consecuencia de tres
transferencias independientes de virus S IVCPZ de los
chimpancés al hombre (o sea suponen que los contactos
sexuales hombre mono no son tan remotos), este tipo de
infección entre especies se conoce como zoonosis.
Se ha demostrado también que algunas cepas del HIV-2 en el
oeste de Africa se derivan de forma independiente del virus SIVSN, en
algunas otras especies de monos de esta región,
también el virus HIV-1, se propone que proviene de un virus
de los chimpancés En síntesis, diversas
evidencias particularmente de tipo genético (analizando
secuencias de DNA mitocondrial y también gracias al estudio
de los virus presentes en personas que mantienen contacto con monos en
cautiverio) demuestra que hay formas de transmisión entre
algunas especies de virus entre los monos y el hombre, en particular de
retrovirus, grupo al cual pertenece el virus del SIDA. Este tipo de
transmisiones de enfermedades entre especies aparentemente ocurre de
forma relativamente frecuente y es probable y debe tenerse en
consideración la posibilidad de que pudiera transmitirse a
otras especies más distantes como los cerdos. En este
sentido se ha planteado también la posibilidad de que al
utilizar tejidos animales para transplantes en humanos pudiera
favorecerse este tipo de contagios inter especies.
Evidentemente el hecho de que exista la posibilidad de que ciertos
tipos particulares de virus puedan transmitirse de los
chimpancés al humano, y en éste producir la
enfermedad del SIDA plantean graves problemas en el sentido de que los
chimpancés pudieran funcionar como reservorios naturales
para una población de virus precursores del HIV-1 esto
rebasa con mucho las fronteras del problema de la enfermedad del virus
del SIDA mismo, e impone un cuestionamiento en relación con
la conservación y bienestar de los propios
chimpancés, actualmente en varios países se
consume la carne de chimpancés en los restaurantes y se
matan anualmente miles de chimpancés, hecho que parece
insostenible al ritmo actual. Se estima que la población
mundial de chimpancés era en la década pasada
alrededor de 200 mil animales lo cual es extraordinariamente bajo para
una especie que se reduce lentamente.
Por otra parte evidentemente la demostración de que el virus
HIV-1 que produce el SIDA en el hombre, proviene de un virus o esta
relacionado con SIVCPZ, de los chimpancés
determinará que con más frecuencia estos animales
se utilicen en la investigación del SIDA lo cual pone
aún más en riesgo su existencia, como sea parece
indispensable que este tipo de investigación que es
fundamental para resolver el grave problema que plantea a la humanidad
la enfermedad del SIDA, se lleven a cabo en colaboración con
aquellos que hacen trabajo de campo y de conservación de los
chimpancés, sobre todo teniendo en cuenta que a la mejor es
posible tener grupos de chimpancés naturalmente infectados
con el virus semejante al del SIDA sin necesidad de producir
artificialmente la infección en el laboratorio, y por tanto
sin contribuir a la desaparición de ésta tan
apreciable especie de congéneres de la raza humana.
1. Nature del 4 de febrero de 1999 Vol. 397 Pags. 385-386,
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